Diseño de invitación y espacio para bautizo.

El cliente quería romper con los esperado. Quería alejarse los tonos pasteles y de las imágenes usualmente relacionadas con bautizos. Buscaba un diseño que pareciera sacado de un libro de cuentos, elegante, pero con un toque infantil. Creamos un caballo rojo que corría casi flotando, libre en una pradera encantada. Este personaje no solo estaba en la invitación, sino que tomó vida y formó parte de un rincón dentro del salón donde se dió la celebración. Este espacio era destinado para que los niños más grandes se sentaran a jugar y leer libros mientras durante el evento.